Cómo ya comenté en el segundo informe de esta serie de la Nobleza Negra, Venecia basó todo su sistema de vida en la obra de Aristóteles. Para Aristóteles el ser humano estaba a la misma altura que las bestias. Además, la esclavitud era necesaria. Tenía una cosmología de un universo perfeccionado y fijo, donde no era posible ningún cambio o progreso.
Unos postulados que a la oligarquía veneciana la favorecieron en su crecimiento y poder y de los cuales no pensaba cambiar nada en absoluto.
Venecia era políticamente oligárquica, socialmente esclavista, económicamente usurera y culturalmente aristotélica.
Durante el siglo XV las obras humanísticas del poco reconocido clérigo alemán Nicolás de Cusa, presentaron bases serias para el inicio de los estados nacionales soberanos y del propio Renacimiento.
Estos hechos, junto al nacimiento de la Reforma Protestante (iniciada por la propia Venecia) fueron cambiando el mapa político y social europeo del Siglo XV en contra de los intereses venecianos. La reacción de Venecia fue esperada. El terror inquisitivo, la instigación en las guerras religiosas y las interminables conspiraciones buscaron y en parte lograron frenar la modernidad que llegaba.
Pero aún así, una importante facción veneciana comprendió que la supervivencia en las islas se volvía insostenible. Esa fue la idea inicial del desplazamiento de la oligarquía veneciana a zonas más favorables para sostener e incrementar su dominio: que eran los Países Bajos y Gran Bretaña. Un proceso que duró doscientos años y que trataré de resumir en unos párrafos.
INFORME
Cuando se investiga en la historia de la Nobleza Negra, inicialmente veneciana, se pueden encontrar situaciones supuestamente contradictorias. Hay momentos en que Venecia domina a la Iglesia Católica a través del Papado y otros en los que está enfrentada en guerra con sus anteriores socios. Por supuesto, también está la famosa traición veneciana de la Cuarta Cruzada a los bizantinos de Constantinopla. Y en especial, la Reforma Protestante y la Contrarreforma católica.
Como dije, todos esos hechos se suponen contradictorios, pero cuando se analizan fuera de la historia oficial y comprendemos el modus operandi de la Nobleza Negra, queda claro que fueron circunstancias absolutamente digitadas y bajo control.
Venecia no la tenía fácil a fines del Siglo XV e inicios del XVI.
Colón ya había “descubierto" América con lo cual se abrieron grandes rutas comerciales a través del Atlántico. Incluso Vasco da Gama había encontrado la vía marítima a las Indias Orientales a través del Cabo de Buena Esperanza. Estas rutas no podían ser explotadas por Venecia, lo cual suponía un importante deterioro de su comercio.
Venecia también venía perdiendo territorios e islas por el avance de los turcos, en especial con la caída de Constantinopla a manos de estos.
En la segunda mitad del Siglo XV reinó en Francia Luis XI, quien se podría decir que fue el primer creador de un estado-nación soberano, siguiendo muchas de las doctrinas humanísticas de Nicolás de Cusa. Fue un rey que rebajó el poder de la aristocracia en favor de la pequeña nobleza y la burguesía. En su reinado se promovió la industria y el comercio y se incrementó la riqueza del país. Un ejemplo que luego seguirán otros monarcas, como Enrique VII en Inglaterra, creando una peligrosa tendencia en contra de los intereses venecianos.
Luis XI Rey de Francia |
Venecia, como dije antes, organizó varios contraataques. En 1494 la diplomacia veneciana llevó al rey de Francia Carlos VIII, hijo de Luis XI a invadir Nápoles, lo cual produjo la caída de los Médici en Florencia. Y en el año 1500, también de la mano de los venecianos, Luis XII de Francia invadió Milán, provocando el inicio del fin del Renacimiento Italiano.
LA LIGA DE CAMBRAI
Por otro lado, en 1508 se formó una gran alianza entre varios países y ciudades con el fin de destruir el poderío veneciano. Se denominó la Liga de Cambrai y el iniciador fue el Papa Julio II cuyo interés principal era recuperar territorios del norte de Italia en manos precisamente de Venecia. También se asociaron Luis XII de Francia, Maximiliano I de Austria, Fernando II de España, el rey de Hungría, Saboya, Florencia, etc. Toda Europa, excepto Inglaterra, contra Venecia.
Los mercenarios venecianos sufrieron una casi definitiva derrota frente a los franceses en la batalla de Agnadello en 1509. Venecia perdió todos los territorios continentales que poseía y cuando parecía a punto de caer, nuevamente su diplomacia y su servicio de inteligencia lograron disolver la Liga de Cambrai, en especial mediante el soborno al papa Julio II, que abandonó la Liga.
Batalla de Agnadello |
Una Venecia mutilada, endeudada y humillada sobrevivió a la Guerra de la Liga de Cambrai. La oligarquía en el poder comprendió que la ciudad de la laguna ahora podía ser aplastada como una cáscara de huevo y no era una base adecuada para la dominación mundial. El cáncer veneciano debía proseguir su metástasis en otras tierras y dadas las circunstancias, la mejor opción eran los países europeos del lado atlántico.
Venecia siempre había prosperado a través del divide y vencerás. Si Europa podía unirse contra Venecia, ¿qué podría hacer Venecia para dividir y desgarrar a Europa tan profundamente que se haría pedazos durante más de un siglo?
EL ATAQUE VENECIANO
La Red Aristotélica
Se crearon varias líneas de ataque simultáneas y trataré de seguirlas separadas para no enredarnos en tanta conspiración.
Uno de los actores principales de la reacción veneciana fue Gasparo Contarini. Perteneciente a una familia de la Nobleza Negra veneciana, fue teólogo y diplomático y se decía de él que podía declamar de memoria la obra de Aristóteles (que había estudiado en la Universidad de Padua, bajo dominio veneciano).
Cardenal Gasparo Contarini |
En realidad, Venecia había desarrollado una extensa red aristotélica en Europa, apoyada por la traducción del griego y la impresión de las obras de Aristóteles en las imprentas venecianas. Los estudiantes de teología de la universidad de La Sorbona en París, por ejemplo, ejercían una fuerte presión “aristotélica” sobre el papado romano.
Volviendo a Contarini, una década antes de la aparición en escena de Martín Lutero, Contarini mantenía correspondencia y se reunía con otros nobles y seguidores de la oligarquía planteando la necesidad de una reforma “espiritual” de la Iglesia Católica. En el año 1513 le enviaron una propuesta al Papa León X para que la educación del clero dejara de basarse en “fábulas paganas parisinas” y volviera a las Sagradas Escrituras y a los Padres de la Iglesia. Es decir, personajes profundamente aristotélicos, planteaban propuestas de reformas anti-aristotélicas. Estos movimientos convirtieron a Contarini y a sus seguidores en los primeros protestantes.
¿Cuánto habrá tenido de cierto el cambio espiritual de esta gente?
Consideremos los dichos del Papa Pío II que había expresado sobre los venecianos: ”Quieren aparecer cristianos ante el mundo, pero en realidad nunca piensan en Dios. Excepto con el Estado, al que consideran una deidad, no tienen absolutamente nada de sagrado”.
Martín Lutero y Spalatinos
¿Cómo se pudo difundir hacia Alemania ese mensaje reformista nacido en la oligarquía veneciana? Por medio de la propia red aristotélica y de los servicios de inteligencia que ellos dominaban. Por eso, no es de extrañarse que unos años después apareciera un tal Martín Lutero con un ropaje muy similar anti-aristotélico.
Han sobrevivido más de 400 cartas entre la correspondencia que Lutero mantuvo con Spalatinos. Secretario personal de Federico el Sabio, que era el Elector de Sajonia, Spalatinos era “un humanista”. Más tarde llegó a convertirse en primer ministro de Sajonia. Pero lo más importante, fue que Spalatinos pertenecía a la red aristotélica veneciana.
Martín Lutero y Spalatinos |
No se sabe cuándo y cómo se conocieron Lutero y Spalatinos, pero sí es claro que este fue su interlocutor en teología, como también su asesor en cuestiones de tácticas y estrategias políticas.
Spalatinos protegió a Lutero y sus ideas ante Federico el Sabio y consiguió que este, de profunda raíz católica comenzara a aprobar las ideas protestantes. Posteriormente el propio Federico pudo sostener a Lutero bajo el manto de Maximiliano I de Habsburgo, el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, ante la demanda de extradición del Papa León X.
De regreso de uno de sus viajes diplomáticos, Contarini afirmó ante el Senado de Venecia: “Si las fuerzas de Alemania estuvieran unificadas, serían muy poderosas. Pero son solo pequeñas debido a sus divisiones”.
Las redes venecianas iniciaron y aprobaron la expansión del Luteranismo y sus variantes por toda Alemania, con el fin de profundizar esas divisiones.
Inglaterra Protestante
Otra línea política que Venecia decidió seguir, fue la creación y preservación de un régimen protestante en la Inglaterra católica, además de asegurarse de que no se estableciera alguna alianza entre Inglaterra y España, la cual sería muy peligrosa para sus intereses.
Acá nos encontramos inicialmente con varios personajes muy importantes, todos miembros de la inteligencia veneciana. Uno era el abogado inglés Thomas Cromwell. Otro, el fransiscano Francesco “Giorgi” Zorzi, descendiente de la oligarquía veneciana y también estaba el clérigo inglés Reginald Pole.
En las primeras décadas del Siglo XVI en Inglaterra reinaba Enrique VIII. Enrique era pro-veneciano y había decidido no participar de la Guerra de la Liga de Cambrai contra Venecia. Su asesor principal era el abogado y miembro del parlamento Thomas Cromwell. Cromwell había trabajado durante veinte años para una sucursal veneciana en los Países Bajos y era claramente un agente veneciano.
Enrique VIII estaba casado con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos, pero buscaba divorciarse para casarse con su amante Ana Bolena. El problema era que el papa desde Roma no le autorizaba el divorcio.
Enrique VIII - Ana Bolena - Thomas Cromwell |
Hay historiadores que asocian a Ana Bolena también como una figura puesta por Venecia cerca del rey, puesto que la propia Ana fue la que sugirió a Cromwell como consejero real.
La primera y principal idea que instaló Cromwell en la mente del rey, fue la de que Enrique VIII se hiciera jefe de la Iglesia de Inglaterra, lo cual le permitiría tomar sus propias decisiones, por ejemplo en el tema del divorcio.
Así se gestó la Reforma Anglicana que, con el tiempo, separó definitivamente la Iglesia Romana de la Inglesa.
Este movimiento no fue pacífico. Gran cantidad de sacerdotes católicos que se resistieron al cambio fueron torturados y muchos ejecutados, como Tomás Moro. Cromwell, nombrado Vice Regente Espiritual, se dedicó a recorrer los monasterios y saquear gran parte de sus riquezas. Se confiscaron propiedades y se entregaron a familias en crecimiento, creando así una pequeña oligarquía pro-veneciana.
Pero como Enrique aún seguía siendo católico, necesitaba una confirmación doctrinaria para llevar adelante su divorcio. Entonces buscaron a un equipo de especialistas de la Universidad de Padua. Aquí Venecia volvió a mover sus piezas y puso en escena a Francesco "Giorgi" Zorzi.
Zorzi era tío del ya nombrado Gasparo Contarini. Pertenecía a una familia dominante en la oligarquía veneciana que integraba el poderoso Consejo de los Diez. Había escrito en 1525 el libro “De Harmonia Mundi”. Un texto con raíces cabalísticas y herméticas, que atacaba abiertamente la obra de Nicolás de Cusa y que las imprentas venecianas se encargaron de difundir por toda Europa.
Dominaba el hebreo antiguo a la perfección y con su lectura de los textos bíblicos encontró el resquicio para que Enrique pudiera divorciarse sin culpa.
Zorzi asumió como consejero matrimonial de Enrique VIII y así, Enrique obtuvo su divorcio de Catalina, con el correspondiente encono de la corona española. Con esas jugadas, Venecia completó dos metas, la ruptura de Inglaterra con Roma y la desarticulación de cualquier alianza anglo-española.
En su estadía, hasta que murió en 1540, Zorzi se dedicó a crear una escuela de misticismo veneciano que se transformó en una variante de los Rosacruces y que fundamentó la masonería especulativa y la posterior creación del Partido Veneciano en Inglaterra.
Pero los ataques venecianos recién comenzaban.
Entre los discípulos “espirituales” de Gasparo Contarini se encontraba el clérigo inglés Reginald Pole. Pole era un descendiente de la dinastía Plantagenet y tenía buenas posibilidades de reclamar el trono inglés, por lo que el rey Enrique VIII que era de la dinastía Tudor, se lo sacó de encima y lo mandó a estudiar a la universidad de Padua, donde conoció al grupo "espiritual" de Contarini. Cuando Enrique rompió con Roma e inició la Iglesia Anglicana, Pole, que era ferviente católico, se quedó en el exilio en Italia.
Tras la muerte de Enrique VIII y luego la de su hijo Eduardo VI a los quince años de edad, en 1553 subió al trono de Inglaterra la católica María Tudor, que era hija de Enrique con su primera esposa, Catalina de Aragón.
María llamó como consejero a Reginald Pole, quien estaba en Italia y lo nombró Arzobispo. Pole la incentivó a retroceder en todo lo que Inglaterra había avanzado con su reforma anglicana y restaurar el catolicismo. Además, María se casó con el príncipe Felipe II de España.
María Tudor - Reginald Pole |
El "espiritual" Reginald llevó adelante una persecución a los protestantes y quemó a más de trescientos acusados de herejía, además de exiliar a cientos de nobles protestantes. Los mismos que habían recibido las propiedades expropiadas a la Iglesia. Estos años de inquisición le dejaron a María el apodo de “la sanguinaria” (de ahí viene el famoso trago “Bloody Mary”) Todo esto acrecentó el odio entre protestantes y católicos y entre ingleses y españoles.
Exactamente lo que Venecia siempre buscó.
Era esperable que ante la muerte de María Tudor, no la sucediera un católico y así en 1559 llegó al trono su hermana Isabel I de Inglaterra, la hija de Enrique VIII y Ana Bolena.
Isabel estuvo protegida desde joven por la familia Cecil. Los Cecil se hicieron poderosos bajo el reinado de Enrique VIII y por supuesto, también eran agentes venecianos.
Excepto los investigadores que escapan a la revisión oficial de los hechos históricos, nadie va a encontrar un texto que diga: “Tal persona fue agente veneciano” o cosas por el estilo. No van a encontrar eso en Wikipedia. Por lo tanto, solo queda analizar los comportamientos de estos personajes e inducir que: “si grazna como un pato, nada como un pato y vuela como un pato, entonces es un pato”.
Isabel siempre tuvo un Cecil como consejero. Inicialmente fue William Cecil y a la muerte de este, le siguió su hijo Robert.
William Cecil - Isabel I |
Uno de los principales prestamistas y controlador de la economía del gobierno de Isabel fue Horatio Pallavicini, miembro de la familia de la Nobleza Negra genovesa-veneciana. Los descendientes de este Pallavicini se casaron con descendientes de la rama del ya nombrado Thomas Cromwell, uniendo las familias y como resultado, en el Siglo XVII apareció Sir Oliver Cromwell, ampliamente relacionado con los venecianos y creador de la República de Inglaterra.
Lo primero que hizo Isabel, aconsejada por Cecil, fue anular todo lo católico que había recuperado María Tudor y restaurar por la fuerza la Iglesia Anglicana.
Es decir, en veinticinco años, los ingleses fueron obligados a cambiar tres veces de religión, bajo amenaza de muerte, tortura o exilio. En tres ocasiones, todas sus creencias y verdades religiosas tuvieron que volcarse a las del soberano de turno. La destrucción psicológica, moral y espiritual fue permanente.
Reforma, Contrareforma y Jesuitas
Es necesario intercalar en este espacio que así como Venecia propició la Reforma Protestante en Europa, luego llevó adelante la Reforma Católica, o Contrarreforma. En 1537, el Papa Paulo III, que en realidad era Alejandro Farnesio, de otra poderosa familia de la Nobleza Negra, le pidió al ya conocido Gasparo Contarini que armara una comisión para buscar vías de desarrollo de una reforma de la Iglesia. Contarini reunió un grupo donde casi todos eran venecianos y trabajaron en las bases de lo que sería luego el Concilio de Trento. En Trento se terminó de reafirmar la separación de la Iglesia Católica y la Protestante.
En esos mismos años, Contarini promovió el brazo ejecutor de la Iglesia Católica contra los protestantes, que fue el fanático Ignacio de Loyola y su Compañía de Jesús. Pueden ver mi anterior informe sobre los Jesuitas y el baño de sangre que derramaron en Europa con su inquisición, conspiraciones y guerras religiosas.
El “divide y vencerás” veneciano aparecía en todo su esplendor.
Los Giovani y Paolo Sarpi
En el año 1583 los Giovani tomaron el poder del Senado en Venecia. Los Giovani o los jóvenes era una facción compuesta por nuevas familias oligárquicas, que se oponían a los Vecchi o viejos, que eran las antiguas familias nobles venecianas.
Los Vecchi abogaban por la continuidad de los procedimientos venecianos como la usura, la alianza con el papado y con la España católica.
Los Giovani, previendo el declive de la Laguna, proponían el desplazamiento a otras zonas de la Europa protestante, como los Países Bajos e Inglaterra.
El principal referente de los Giovani era el monje servita Paolo Sarpi.
Paolo Sarpi |
Sarpi fue un religioso con una capacidad fuera de lo común. Era teólogo, escritor, astrónomo, físico, matemático y anatomista. Hizo grandes avances como el descubrimiento del mecanismo de las válvulas de las venas, que impiden el retorno de la sangre a los capilares, también la función de la contractibilidad del iris del ojo humano. Muchos de sus postulados sobre el lenguaje, la luz y el calor terminaron siendo verdades científicas.
Se puede decir que Sarpi, de haberse enfocado a la pura actividad científica, habría sido uno de los mejores del mundo. Pero Paolo Sarpi se dedicó a la teología y a la política. Y en eso también fue muy bueno. Lamentablemente.
A la ya impresionante red de servicios de espionaje que tenía Venecia en Europa, Sarpi la potenció y la volvió más agresiva. La oligarquía de Venecia necesitaba tiempo para exportar su cáncer al norte de Europa y para eso el resto de los poderes europeos debían ser devastados.
A finales del Siglo XVI, España venía en declive económico y buscaba disminuir gastos de guerra. Entre 1598 y 1604 después de décadas de guerras de religión, hizo las paces con Francia e Inglaterra y estaba en tratativas de paz con Holanda y con los otomanos.
Los Giovani vieron esas circunstancias como peligrosas para el proceso que llevaban adelante y comenzaron a presionar, en especial al Papado y a los propios Habsburgo de España. En el 1600 aprobaron leyes que limitaban las tierras de la Iglesia en el norte de Italia y arrestaron a dos sacerdotes.
El Papa respondió aplicando un Interdicto y excomulgando a toda Venecia, algo fuera de lo común contra un país supuestamente católico. Esto llamó la atención en el mundo protestante, que apoyó la causa veneciana. El interdicto fue aprovechado por Sarpi, creando una avalancha de propaganda donde resaltaba la resistencia de una pequeña nación en contra del poder del Papado. Irónicamente, Venecia aparecía como defensora de los estados nacionales. Sarpi recorrió media Europa defendiendo la posición veneciana y hasta sufrió un intento de asesinato que lo encumbró como líder de los libre pensadores y como uno de los personajes más importantes de Europa.
Al final, el Papa retiró el interdicto y los venecianos devolvieron a los sacerdotes detenidos.
Pero los venecianos aprovecharon la situación para reavivar las guerras de religión. En 1608, los agentes de Sarpi crearon en Alemania la Unión Protestante, para enfrentar a la Contrareforma. Tenían el apoyo de protestantes holandeses, franceses, alemanes e ingleses. Recordemos lo que había dicho Gasparo Contarini sobre la división permanente de los alemanes. Con la Unión Protestante, Venecia fogoneó a gran cantidad de príncipes a rebelarse contra el Sacro Imperio Romano Germánico. Estamos hablando de Bohemia, una región central de Europa, la cual tenía conexiones y casamientos con prácticamente todas las casas reales.
Se puede decir que la guerra estaba casi a pedir de los venecianos.
La Guerra de los Treinta Años
El combustible se encendió cuando los nobles de Bohemia, en su gran mayoría protestantes luteranos, apoyados en poderosas familias venecianas como los Della Torre que luego pasaron a llamarse Thurn-und-Taxis, le ofrecieron al Elector Palatino Federico V, la corona de Bohemia. Bohemia era territorio de los católicos Habsburgo Austríacos y era lógico que no lo iban a entregar. Federico V aceptó y pasó a ser Rey de Bohemia. También conocido como el “Rey de Invierno” porque eso es lo que le duró el reinado.
En 1618 se inició la Guerra de los Treinta Años, donde cada bando tomaba posiciones que amenazaban política o religiosamente al otro e incitaba a nuevos contendientes. Duró hasta 1648 en que se firmó la Paz de Westfalia. Envolvió a la mayoría de los países de Europa, incluyendo a daneses, suecos y rusos. Hubo un gran ausente en esa guerra: Venecia.
Guerra de los Treinta Años |
La Guerra de los Treinta Años desoló el centro de Europa. Se estima que murieron más de cinco millones de alemanes. Y es considerada muchas veces como la verdadera Primera Guerra Mundial. Todos los reinos quedaron en bancarrota y se puede decir que el principal derrotado fue España, puesto que en esos años Portugal aprovechó y se separó del dominio español.
Paolo Sarpi hacía quince años que había muerto, pero su visión de una Europa destruida bajo la inteligencia veneciana se había completado.
De regreso a Inglaterra
Tengo que regresar al 1603 para seguir con la historia del movimiento veneciano hacia el norte de Europa. Ese año murió Isabel I, la última de la dinastía Tudor, luego de cuatro décadas de reinado protestante, bajo el control del gobierno por parte de Robert Cecil, del cual ya hablamos.
Como Isabel no dejó herederos, Cecil nombró a Jacobo I de Escocia, de la dinastía Estuardo, como rey de Inglaterra.
Jacobo era un protestante pro-veneciano que decía haber sido elegido por Dios. Admiraba a Paolo Sarpi y apoyó una alianza anglo-veneciana. Jacobo también era ocultista y con él florecieron los Cabalistas, Rosacruces y Masones, organizaciones propiciadas por Venecia para desgastar el cristianismo.
La idea de haber recibido un poder divino tanto de Jacobo I como la de sucesor, su hijo Carlos I, no coincidía con la idea veneciana de gobierno. Los Estuardo anularon el Parlamento y trataron de reinar de modo absolutista, lo cual chocaba con la idea de gobierno oligárquico de Venecia, donde el poder se repartía entre pocas familias, pero nunca ninguna de ellas lo tuvo en absoluto.
En 1640, Carlos I tenía las arcas vacías para enfrentar un conflicto armado en Escocia y decidió convocar un Parlamento. Esas cámaras de Lores y Comunes se formaron con propietarios libres y latifundistas, es decir la nobleza oligárquica de Inglaterra. Así, el Parlamento inició una agenda contraria a la monarquía, que llevó a Carlos I al intento de arrestar a sus líderes. La ciudad de Londres y los puertos del sur eran todos pro-venecianos y reaccionaron con un levantamiento contra el rey.
Oliver Cromwell
Ese fue el comienzo de una guerra civil en 1642 que llevó al poder a Oliver Cromwell, descendiente de aquel Thomas Cromwell que instó a Enrique VIII a separarse de Roma y el Papa. Este Oliver, por supuesto, también era agente veneciano. Disolvió la monarquía y creó la Mancomunidad de Inglaterra. Cambió las exigencias para acceder al Parlamento, al que luego sólo podían llegar las familias más poderosas. Un estado muy similar al estado veneciano.
Sir Oliver Cromwell |
Cromwell añadió doscientos buques a la armada inglesa y sentó las bases para el dominio naval británico. Inició una guerra con Holanda, en la que capturó 1400 barcos. Luego firmó la paz e inició una guerra con España. Capturó varias colonias españolas en el Caribe y Canadá y estableció un control sobre el Mediterráneo.
El sueño de los Giovinni venecianos se cumplía a la perfección. Inglaterra cada vez se parecía más a la laguna veneciana, pero potenciada por una estratégica posición geográfica.
Cromwell murió en 1658 y luego de unos años se restableció la monarquía inglesa a través de la dinastía Stuart. Pero estos eran pro-católicos y pro-franceses y nunca pudieron poner pie firme en el gobierno, que seguía controlado por los nobles oligárquicos.
La Revolución Gloriosa
Estos mismos nobles firmaron una petición para que el protestante holandés Guillermo de Orange se hiciera con el trono de Inglaterra. Guillermo había sido líder en las guerras de Holanda contra Francia y la propia Inglaterra y tenía como fiel aliado a Venecia.
Guillermo de Orange aceptó el reto y marchó sobre Londres, coronándose como Guillermo III de Inglaterra en una maniobra que se llamó “la Revolución Gloriosa” de 1688. La cual no fue más que la apropiación definitiva de la oligarquía anglo-veneciana del gobierno inglés. En pocos años el Parlamento tomó control total de Inglaterra. Sus miembros compraban sus asientos, a los cuales solo las clases más altas podían acceder. El Parlamento tenía poder supremo sobre el rey y la iglesia. No se podían establecer impuestos o declarar guerras sin su aprobación. El Rey, en definitiva, era lo más parecido a un Dux veneciano que se podía suponer.
A los pocos años de la Revolución Gloriosa, ya se había fundado un Banco de Inglaterra y los ingleses tenían una deuda nacional.
El cáncer veneciano había completado su metástasis.
EL CONTROL ECONÓMICO Y FINANCIERO
Luego de todo este relato de movimientos culturales, políticos y religiosos que durante doscientos años los venecianos digitaron para eternizar su poder, nos quedan unas líneas para ver cómo se impusieron sus políticas en el aspecto económico-financiero.
Como ya se dijo, los principales medios de ingresos de los venecianos fueron el comercio de lingotes, la esclavitud y la usura. Especialmente gracias al dominio marítimo del Mediterráneo y sus redes de espionaje e inteligencia.
Cuando todo comenzó a complicarse, en el Siglo XVI, en el gobierno veneciano surgió la facción Giovani de la que hablamos antes y tomó la decisión de mudar el poder al norte europeo. Eso implicaba modificar algunas de las actividades usuales y también sus socios. Y la actividad más importante en transformarse fue la usura. Al menos como estaba entendida hasta entonces.
A los pocos años de la toma de poder por parte de los Giovani, se creó el Banco de la Plaza del Rialto, o comúnmente llamado Banco de Venecia. Tenía la fachada de un banco “público”, pero no era más que el instrumento de la oligarquía para manejar las finanzas del estado.
Banco de la Plaza del Rialto |
Fue el cambio de la usura tradicional, en la que las familias de la nobleza les prestaban al estado en forma privada. Ahora, existía un Banco Central que estaba en manos de la oligarquía y que tenía permiso para emitir deuda a través de cuentas de crédito y billetes de banco. Con estos inmensos recursos financieros a disposición, Venecia cambió una economía netamente comercial a una basada en la renta financiera y la especulación.
Este artilugio, que cambiaría la banca para siempre, además liberó los “fondi”, es decir las fortunas familiares, para ser transferidas, primero a Holanda y luego a Inglaterra.
Cuando se rastrean los orígenes de muchas familias reales, por ejemplo de Holanda, Alemania o Gran Bretaña, se encuentra casi siempre un eje veneciano. Esa fusión era normalmente a través de casamientos mixtos, en los cuales no solo se cimentaban alianzas, sino que también se movía dinero y poder.
Así, los “fondi” familiares venecianos salieron de la laguna.
Podemos encontrar familias oligárquicas del norte de Italia como la familia Este que se estableció cerca de Padua en el Siglo IX y que luego cayó bajo dominio veneciano. Esa casa se dividió en dos ramas. Una de ellas fue la Welf-Este o directamente Welf. Los Welf eran los Duques de Baviera, conocidos como Welfos o Güelfos y pelearon junto a los venecianos en el Siglo XII contra el Sacro Imperio Germánico. Esos Welf fundaron la casa de Hanover, que gobernó Inglaterra desde 1714 hasta 1901.
Transferencia de Poder y de "fondis" |
Como ese ejemplo, están las familias como la Thurn-und-Taxis o la misma Casa de Orange-Nassau de Holanda.
Holanda
Hablando de Holanda, esos “fondi” venecianos que recalaron allí dieron un gran impulso a la economía holandesa, recién independizada de España. En el año 1602 estuvieron presentes en la creación de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Y para 1609 se creó el Banco de Amsterdam, como un reflejo fiel del Banco de Venecia.
Inglaterra
En el caso de Inglaterra, ya se había fundado la Compañía Británica de las Indias Orientales. El modelo de esta Compañía se basó principalmente en la protección del Estado, a diferencia de las típicas asociaciones entre mercaderes tradicionales. Esta y la Holandesa fueron las primeras grandes corporaciones y monopolios, que trascendían los límites de los estados nacionales. Un sueño veneciano.
Guerra del Opio (próximo informe)
Como dato extra, hay que considerar que la Compañía Británica de las Indias Orientales se transformó en la mayor contrabandista de opio del mundo. Más adelante haré un informe de lo que fueron las Guerras del Opio que llevó adelante Inglaterra contra China para afirmar el monopolio del mercado mundial del opio. Incluso con ayuda de los siempre presentes Jesuitas.
Volviendo al Siglo XVII, el Parlamento inglés intentó en varias oportunidades el establecimiento de un Banco Nacional basado en el modelo del Banco de Venecia, al cual lo promocionaban como el “banco de crédito perfecto”. Finalmente, luego de la Revolución Gloriosa de 1688, que no hizo más que afirmar el poder oligárquico pro-veneciano, en 1694 lograron fundar el Banco de Inglaterra, un mentiroso banco público nacional.
Esto en realidad fue la confirmación de lo que aún hoy encontramos, que es la Banca Central Privada, donde las instituciones del estado se vuelven serviles a la banca privada. Tomando como ejemplo principal la Reserva Federal de los Estados Unidos, que de Federal solo tiene el nombre.
LA CAÍDA DE VENECIA
En 1797, Napoleón invadió Venecia. La primera vez que en once siglos tropas extranjeras pisaban la Plaza de San Marcos. Pero solo encontraron un cascarón vacío: lo poco que quedaba de la flota, el buque insignia, algunos objetos simbólicos, algunos nobles y el pueblo.
Napoleón invade Venecia |
Así, un proyecto que se desarrolló durante doscientos años, logró extraer el poder oligárquico. Desde una laguna que ya no servía como base para llevar adelante el dominio mundial, se lograron instalar en el nuevo centro del poder, que era Londres. Sin ningún tipo de escrúpulos, como debía ser, para lucir orgullosos el apodo de Nobleza Negra.
FINAL POR AHORA
En lo que llevo de esta serie del Nuevo Orden Mundial y de la Nobleza Negra me presentaron algunos comentarios disidentes, en especial en lo que respecta a los judíos. El planteamiento general es que son solo ellos los que crearon el NOM y los que lo llevan adelante. Y sustentan sus comentarios recordando el poder de los Rothschild, los Rockefeller o los Soros.
Y ni siquiera son capaces de diferenciar al judío por religión, del sionista, que es el que tiene la ideología del partido político oficial de Israel.
Como pueden ver en la descripción de los videos de mi Canal de Youtube, esta serie se basa en un análisis de una buena cantidad de libros de todos los colores, ideologías e inclusive épocas. Sería bueno que alguno de estos detractores me diga en qué momento nombro a los judíos.
Para el Siglo XVII o XVIII los judíos vivían encerrados en ghetos como el de Venecia o el de Frankfurt. La mayoría, incluso en extrema pobreza.
Cuando algunos judíos comenzaron a asomarse dentro de la nobleza, los llamados “Judíos de la Corte”, la Nobleza Negra llevaba más de MIL AÑOS tejiendo sus redes y amasando poder.
Los Judíos de la Corte eran prestamistas que financiaron ejércitos y guerras, pero NUNCA fueron los que tomaron las decisiones. Esos servicios les fueron pagados con dinero y a veces con títulos de nobleza. Pero NUNCA fueron aceptados como verdaderos nobles.
Incluso los Rothschild luego de transformarse en testaferros de los Jesuitas y llevar adelante su dinastía, no fueron, ni son más que testaferros.
El sionismo no es más que la cara visible. El brazo ejecutor y de control del NOM. El verdadero poder está en las sombras. En la oscuridad de la Nobleza Negra.
Nos vemos en el próximo informe.
Muchas gracias.